viernes, 24 de febrero de 2012

SERÁ HOY EN DIA EL PERU UN MENDIGO SENTADO EN UN BANCO DE ORO?

El Perú no es un mendigo ni está sentado en un banco de oro

Una de las falacias más difundidas que acompaña el discurso de la historia peruana actual es la famosa frase “El Perú es un mendigo sentado en un banco de oro”; la misma que hemos aprendido desde las primeras letras como expresión del viajero italiano, Antonio Raimondi; quien además no fue solamente un viajero empedernido sino también un naturalista, investigador y académico de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.

Es de esperar que el contenido ideológico se ponga de manifiesto en una tan simpática antítesis peruana asociada a un significado que expresa – sin lugar a dudas – una baja autoestima ( por el tema de la mendicidad ) y con ello, la presencia de un desaliento que supone resignación a la postergación. Y más problemático aún es el epígrafe segundo de la frase que menciona al mendigo “sentado en un banco de oro”; es decir, el supuesto “asiento” es un “(…)invento de quien necesita aferrarse a algo para elevar su autoestima” (1)

Jorge Basadre, el Historiador de La República dice que Raimondi quiso “ser el constructor de un nuevo Perú. Trabajó por dar a este país conciencia de su propia fuerza” (2). Basadre también alude al sabio italiano en algo que sí dijera textualmente cuando se vivían las horas de la derrota de la Guerra de Chile contra el Perú: “En el libro del Perú, está escrito un porvenir grandioso” (3). Finalmente, el decir de la frase erróneamente atribuida a Antonio Raimondi propende a que el mendigo se siente a esperar, sin buscar, sin explotar : nada más contradictorio que la frase que se acuñara en tiempos de los primeros conquistadores españoles, “Vale un Perú”, para hacer coro de la supuesta presencia de “El Dorado” ( por descubrir ), y de la riqueza potencial ( por explotar )

El asunto no es quien la dijo. Otros dicen que fue el viajero alemán Alexander Von Humboldt. El problema es la comodidad, la desidia que provoca el conformismo de un país “lleno de riquezas” ( pero que, están ahí no más ), haciendo caso omiso de las coordenadas necesarias de “trabajo” y/o “inversión”, ambos pilares del desarrollo de un país.

Basadre, quien además había estudiado exhaustivamente a Raimondi, con admiración resaltó en la obra del italiano que su referencia madrugadora sobre la “riqueza potencial”, ayudó a inculcar la conciencia sobre el trabajo que nos falta desarrollar a los peruanos para hacer verdaderamente grande a nuestra nación.

Se trata entonces de poner en valor ninguna frase no dicha por Raimondi, sino más bien el mensaje del viajero que tiene que ver con el potencial natural ( riquezas naturales ) y evidentemente con el potencial humano ( el consenso de la gran nación ); ambos confluyendo para generar desarrollo en Perú.

Quien dijo la frase “El Perú es un mendigo sentado en un banco de oro”, quizás estuvo animado por una concepción rentista de la riqueza y definitivamente pecó de una exagerada percepción de los recursos naturales y una suerte de miopía para observar con claridad que el trabajo es fundamental para lograr la riqueza. Nos queda a nosotros el reto de seguir trabajando con nuestro capital humano para potenciar las riquezas, que acaso nos las recuerda permanentemente la cornucopia que luce nuestro Escudo Nacional del Perú.

La Vida y la Obra del Gran Antonio Raimondi no ratifican la frase supuestamente acuñada por él ni las fuentes, como las pruebas testimoniales, tampoco la avalan.

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